En 4º C hicimos un juego literario muy divertido que se llama "El cadáver exquisito".
La idea del cadáver exquisito tiene varias formas, desde quizá la más conocida, que se suele hacer con dibujos, hasta la literaria. Su idea original es la misma: una persona coge un trozo de papel y comienza a escribir (o dibujar). Cuando termina, dobla la hoja para que el siguiente participante sólo pueda ver la última línea (o trazos del dibujo). A partir de esa base, tiene que seguir escribiendo, repitiendo el proceso tantas veces como gente esté jugando.
Nosotros lo hicimos de esta forma: un alumno escribía una frase para iniciar un cuento, doblaba la hoja y pasaba al compañero de detrás que - sin ver la frase escrita - tenía que continuar el cuento.
El resultado de los cadáveres exquisitos es siempre divertido y sorprendente. Su origen no está del todo claro, aunque lo que sí es cierto es que fueron los primeros surrealistas los que lo pusieron de moda allá por 1925.
Os dejo aquí abajo el resultado...
Érase una vez un hombre paseando de noche con su perro. Nuestro protagonista no sabía que iba a pasar algo que le cambiaría la vida. Se cayó por la escalera y se rompió la pierna. Y, de repente, tropecé y caí en un mundo paralelo. Me salieron muchos mocos y me dieron un pañuelo. Comí tantas galletas que exploté. Y después, comí muchas salchichitas de queso. Hoy voy a entrenar. Porque estaba comiendo patatas. En este instante, de su espalda salieron dos hermosas alas blancas. De pronto, la hamburguesa se cayó al suelo y cogí una depresión muy grande.
Fue en un pueblo muy lejano donde un dragón, un día... Había un gran bosque que al pasar daba un aire muy frío, como miedoso. Era una épica batalla entre robots y piratas, se peleaban por la tecnología. Pero entonces recordó que se le había olvidado el bocadillo en casa y volvió a casa corriendo. La princesa guerrera se hartó tanto del "príncipe" que lo mató. Y entonces ella se duchó después de 3 años sin lavarse. Estamos jugando en el monte, brincando y corriendo con los niños. Y el niño se cayó por la colina. Y la casa se derrumbó por culpa de la nieve. Santiaguín iba junto con sus soldados a iniciar la reconquista, pero se paraba todo el rato porque metía turbo y después le daba pereza. La niña asustada se encuentra con el payaso y se muere. Finalmente, esta niña se quedó mirando las estrellas en una noche cálida y deseó que para su próxima vida le fuera bien.
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